martes, 18 de marzo de 2014

Empresas de insonorización y aislamiento acústico

Historia sobre Empresas de insonorización y aislamiento acústico.

De todos los que éramos amigos de Marta López, yo era el que mejor estudiante era. Pero Lucio y Sanchís hijo no eran nada buenos estudiantes y tampoco lo era Carlos Veliz pero se iba a ir a la legión extranjera y no le faltaría de nada.

El señor López tenía una empresa de aislamiento acústico e insonorización que tenía mucho éxito pues FASA RENAULT había puesto una fábrica de coches en Soria, de dónde todo éramos naturales y vivíamos y habían venido gente de los pueblos a trabajar a la fábrica de coches y muy bien pagados.

El señor López se estaba haciendo de oro pues todos los obreros de la FASA tenían mucho ruido ya en su trabajo y cuando llegaban a su casa no querían escuchar ni el vuelo de la mosca del vinagre, y de hecho es que ni ponían la tele ni veían películas en betamax, pues los videos VHS todavía no existína, ni Internet, ni el TDT ni canal plus con sus simpáticas películas de los viernes a las 4 de la mañana.

Así que los obreros llegaban a sus casas y leían la prensa o hacían el amor con su mujer, a las 12 de la noche, después de cumplir con su mujer, empezaba el programa de Jose María García, EL LARGUERO, en  Radio Nacional y los curritos, tras cumplir con su mujer, escuchaban una hora de fútboll antes de caer en los espaciosos brazos de Morfeo, deidad del sueño, benéfico y exacto e ininterrúmpido sin apneas ni ostias después de insonorizar toda su casa toda, empezando por baños y por también alcobas, palabra que no viene de loba.

Lucio y Sanchís empezaron a trabajaren la empresa de aislamiento acústico e insonorización de Marta López no, del padre de Marta López, pero les enchufó su hija. Eran buenos obreros y hacían el encoframiento de las planchas de pladux en las casas para los obreros de la fasa con el objeto de que se pudieran refocilar con lecturas o erotismos bajo el sacro vínculo-matrimonio, y yo seguía estudiando pues sólo había repetido tercero de BUP dos veces, lo que en España era ser un buen estudiante, así que cuando llegara a la universidad me sacaría la carrera en diez años, con calma, cómo todo hijo de vecino, nadie puede ser menos.

Lucio y SANCHÍS bajando del camión me dijeron:

--Esta empresa de aislamiento acústico e insonorización nos está dando mucho trabajo, si no te vienes tú con nosotros se lo diremos a Carlos porque cómo está loco no le van a aceptar ni en Argelia...

Y yo recuerdo que corrieron el cerrojo del camión con gran estrépito y empezaron a bajar las planchas de pladux azul, que eran incómodas de transportar aunque no pesaran mucho y acerté a decir.

--Me duelen las muelas, voy ahora al dentista y mañana hablamos.

Y no me costó no volverles a ver porque no existían los móviles y nadie quedaba mal con nadie cuando los desconectaba, por no existir no existían ni los cinturones de seguridad para el pasajero ni el aire acondicionado.

Luego me dijo Marta...

(Y me lo dijo para que no tuviera envidia porque la empresade su viejo les estaba pagando cien mil pesetas al mes)

--¿No ceerías que esta gente iba a acabar en un despacho, verdad?

Ésto ocurrió en España en algún punto de los años 80, los nombres han sido cambiados.

domingo, 9 de marzo de 2014

El abuelo Jerónimo de Ampurias

El abuelo Jerónimo de Ampurias tenía su taller en una trastienda de su casa solariega, habilitada para los trabajos manuales que le daban la vida, tenía este hombre el cariño y afecto de sus paisanos y en especial de toda la chiquillería para la que este hombre representaba una forma de diversión sana y de entretenimiento, a la par que era valorado y reconocido por trabajar haciendo y desarrollando sus juguetes de madera y de materiales nobles que el trabajaba también e incluso en sus tiempos llegó a tener una fragua de soplador de vidrio, pues este hombre era sobre todo un artesano pero destacó en la labor de la creación de juguetes de madera.

Hacía el abuelo Jerónimo soldados de madera y bailarinas y con los dos elementos contaba un cuento que con el tiempo pensó que había escrito él, de tantas vueltas y revueltas que le dio al argumento original, una veces por duro y otras por triste y, ante todo, la inestimable colaboración del público infantil y su inocente manera de entender la realidad--que nunca es respetada en un adulto--también fueron factores que variaron tanto el argumento que al final sólo se mantuvo la construcción de los personajes, en madera, naturalmente.

El gato Luis era también otro de los personajes de madera creado por el abuelo Jerónimo, su historia le llegó en un sueño y cuando la contaba los niños sabían que no se le había ocurrido a él porque el abuelo Jerónimo no era tan listo, él no era un intelectual: él era un simple artesano. Lo que pasaba es que Dios bendecía sus proyectos y le soplaba ideas en sueños para que realizara su cometido, que no era otro que el de servir de entretenimiento a los chavales del lugar y exponer sus relatos con personajes salidos de su imaginación, aunque contasen una historia que no era la suya.

A veces los padres acompañaban a los niños y le daban al anciano latas de mecolotón en almíbar y confitados, hasta que un día una madre vio que en una esquina de la trastienda el anciano había construido sus propia destilería DE ALCOHOL y los chiquillos ya no volvieron más...pero el buen hombre no había construido su propia destilería de alcohol no porque fuera un borrachuzo sino porque era un artesano que se gozaba de los medio de destilación artesales...desde el bar del pueblo los padres de los niños, ya muy borrachos, se burlaban del pobre viejo y al final el anciano encontró a un ángel bebiendo en su trastienda su destilado de patatas, lo contó para ganarse el aprecio y reconocimiento de sus paisanos y entonces sí que se tuvo que marchar del pueblo...y todos los juguetes de madera corrieron detrás de él, el gato Luis, la bailarina y el soldado cojo y entoncés el ángel ordenó a sus huestes destruir el poblado pero Dios no le hizo caso porque estaba borracho.

FIN DEL CUENTO